En junio de 1972 era instalada en un bar cerca de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, «Galaxy Game«, la que sería la primera máquina de arcade de la historia. Poco después, Atari sacaba al mercado «Pong» un videojuego que comenzó a instalarse en los bares y recreativos, convirtiéndose en un éxito sin precedentes. Fue el comienzo de los juegos de arcade en salones recreativos, una industria que vivió su época dorada en los años 80 y 90, cuando las máquinas recreativas se habían popularizado, con millones de jugadores por todo el mundo que abarrotaban (especialmente los fines de semana) los salones recreativos del barrio.

Por diversos motivos pero sobre todo por la potencia y precios asequibles que comenzaban a tener las consolas y los ordenadores caseros, los salones recreativos iniciaron una lenta decadencia y poco a poco fueron desapareciendo.

Sin embargo, estos videojuegos de la época convertidos ya en arcades clásicos, han conseguido perdurar a lo largo del tiempo, considerados hoy como «videojuegos retro» viven desde hace años una segunda edad dorada. De hecho, no solo han sido los videojuegos los supervivientes, los míticos salones recreativos también han empezado a aparecer en algunos lugares con un concepto nuevo, son los llamados Arcade Bars, una mezcla de salones recreativos de arcades clásicos con barra de bar donde poder beber alcohol (o cualquier otra bebida) y escuchar música. Una curiosa iniciativa que al igual que en los orígenes de las recreativas clásicas, ha surgido y se está extendiendo principalmente en Estados Unidos. Japan is different como se suele decir, y en el país nipón proliferan a su vez los denominados «Game Bar«, una idea similar aunque con algunas diferencias. Si eras una habitual de los recreativos, estos bares te van a encantar.

Probablemente el primero de estos Arcade Bars fue el que se abrió en el año 2004 en Brooklyn con el nombre de «Barcade«. El local se popularizó en muy poco tiempo gracias a su combinación de videojuegos clásicos de recreativas y una barra en la que podemos degustar una amplia selección de cervezas raras americanas, la mayoría de ellas cervezas locales. Algunas de las máquinas de videojuegos con los que cuenta este local: Q*bert, Donkey Kong, Robotron: 2084, Centipede, Super Mario Bros., 1943, Berzerk, Frogger, Rampage o Tetris.

Este Barcade de Brooklyn cuenta además entre su clientela habitual con algunos de los mejores jugadores de videojuegos clásicos del mundo, poseedores de numerosos récords y títulos que incluso podemos ver en la pared del local ya que en esta mezcla de bar y salón recreativo se hacen también tablas de puntuación y se registran los récords mundiales conseguidos. Es el caso de Hank Chien, un cirujano plástico que batió el récord de Donkey Kong en 2010 consiguiendo 1.061.700 puntos o de George Leutz que consiguió batir el récord de Q*bert en 2013 con una puntuación de 37.163.080 tras estar años practicando en la máquina del Barcade. Aunque no hay que desanimarse si lo visitamos, por el lugar es muy conocido el caso de Joshua Lombay que consiguió batir el récord en el videojuego Timber con 9.767.550 puntos en 2013 cuando jugó por primera vez en la máquina recreativa del Barcade de Brooklyn.

El local organiza además eventos y torneos de juegos clásicos, uno de los más famosos se realizó en el año 2013 con la participación de la conocida web Twin Galaxies, una página que recopila los récords mundiales de videojuegos que incluso fueron reconocidos oficialmente en 2008 en el libro «The Guinness World Records – Gamers Edition«.

Debido a su éxito, en la actualidad Barcade ha seguido creciendo y se ha convertido en una cadena, abriéndose nuevos locales. En 2011 se abrió el Barcade de Jersey City en Nueva Jersey y en ese mismo año se inauguró otro local en Philadelphia. En Nueva York se han abierto también dos nuevos locales en Manhattan en 2013 y 2014, manteniendo todos estos nuevos locales el espíritu del original Barcade con su curiosa combinación de bar temático dedicado a los arcades clásicos.

Inspirados en el éxito de la cadena Barcade, han proliferado por todo Estados Unidos numerosos locales conocidos como Arcade Bars. Cada uno de ellos con su estilo peculiar con un buen número de máquinas recreativas clásicas como atracción principal del local, un toque retro o vintage en la decoración y con nombres bastante originales en algunos casos.

Uno de los mejores es el Emporium, un Arcade Bar de Chicago con una decoración espectacular y en el que además de juegos, bebida y música, también se organizan conciertos y actuaciones en directo en el local (Emporium). En la misma ciudad podemos encontrar otro magnífico local similar aunque algo más pequeño, el Beercade.

En Denver se encuentra el conocido The 1up, abierto desde 2012 y ampliado en 2013 con 45 arcades clásicos y máquinas de pinball. En Los Ángeles el más famoso es el EightyTwo, en San Francisco el Brewcade, en Iowa el Up-Down, el Arcadium en Kentucky… se han comenzado a abrir locales de este tipo por todo el país en los últimos años llegando como no podía ser de otra forma también a Las Vegas donde abrió en 2012 el Insert Coin(s), un inmenso local temático dedicado al entretenimiento que opera más bien como club nocturno pero que cuenta con una gran selección de máquinas recreativas clásicas.

Mención especial merece Ground Kontrol, este salón recreativo de Portland es probablemente el más famoso de Estados Unidos y es considerado uno de los mejores del mundo por preservar durante años las máquinas recreativas de la época dorada de los arcades. El local se ha sabido adaptar a los cambios y tras varias renovaciones Ground Kontrol ofrece ahora también música y se sirven bebidas en en local, convirtiéndose en uno de los mejores Arcade Bar que podemos encontrar en el que no falta el mínimo detalle como sus baños estilo Pac-Man.

Por su parte en Japón, otro de los países que marcan tendencia en esta industria, el concepto de Arcade Bar varía ligeramente. En el país nipón la decadencia que sufrieron las máquinas recreativas tuvo un impacto menor, manteniéndose un mercado continuado de recreativos y salones de juego por todo el país que se han ido renovando y actualizando y que siguen gozando de gran popularidad.

Buena muestra de ello es el Kawasaki Warehouse, un espectacular salón recreativo inspirado en las calles de la antigua ciudad amurallada de Kowloon y que además de numerosas máquinas de arcades cuenta con una decoración única que nos sitúa en un ambiente «cyberpunk» propio de películas como Blade Runner.

Al margen de este tipo de proyectos, en Japón rinden su particular homenaje a los videojuegos clásicos a través de los denominados «Game Bars«, locales temáticos, underground en muchos casos, en el que el visitante además de tomarse una cerveza puede jugar a multitud de videojuegos antiguos, en este caso a través de las consolas y sistemas de juegos clásicos que inundan el local.

Uno de los más conocidos es GameBar A-Button (web oficial), situado en el barrio de Akihabara en Tokio. El local está decorado con un estilo retro con varias televisiones en las que podemos jugar a cientos de videojuegos en cualquiera de las docenas de consolas de que dispone, desde la clásica NES hasta la gama completa de consolas de SEGA.

No es el único de la ciudad, en otras zonas de Tokio podemos encontrar bares similares como el Qunai Bros especializado en los juegos de Famicom (nombre de la NES en Japón) o el 8-Bit Cafe en el barrio de Shinjuku.

La idea se ha extendido a otras ciudades de Japón y en lugares como Osaka encontramos el ya famoso Space Station, abierto en el año 2011 por un aficionado a los videojuegos clásicos que según dice, estaba cansado de tener que ir hasta Tokio para poder disfrutar de estos juegos en un bar.

Estados Unidos y Japón marcaron la tendencia de los videojuegos y los salones recreativos a finales de los 70 y durante las décadas de los 80 y los 90, extendiéndose su popularidad por todo el mundo. Veremos con el tiempo si con iniciativas como los Arcade Bars vuelve a suceder lo mismo y las máquinas de arcades clásicas empiezan a aparecer de nuevo en los barrios de las ciudades con este nuevo concepto.

 

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